Sentirse bien, esperanzado y disfrutar con aquello que nos inspira, cultiva una vida feliz y saludable. Una atención dirigida a las fortalezas de la persona podrá favorecer su funcionamiento, equilibrio, bienestar y una notable mejora de su calidad de vida en general.
Una mirada atenta a diferentes sentimientos agradables como la satisfacción, la diversión o la esperanza, conecta a la persona de modo adaptativo son su interior y su entorno más cercano, ayudándola a afrontar situaciones difíciles de su vida cotidiana.
Tener experiencias positivas y agradables en entornos sociales seguros y de apoyo estimula a las personas a sentirse más conectadas con su contexto social y con las personas que lo integran.
Una atención hacia actividades de disfrute y entretenimiento, activa y moviliza la energía de la persona, la empuja, motiva y estimula su funcionamiento general con entusiasmo y compromiso. Una forma eficaz de aumentar su salud y amortiguar aquellos eventos estresantes o negativos.
La atención focalizada en eventos divertidos puede funcionar como otra herramienta de autorregulación que reduzca la sintomatología más negativa. La motivación del humor y la risa puede beneficiar el estado físico , psicológico y mejorar las relaciones sociales.
Un estado proactivo podrá facilitar un afrontamiento emocional más efectivo de situaciones difíciles y una oportunidad que potencie el contacto de la persona con sentimientos y necesidades propias así como de aquellas a su alrededor. La aceptación y autocompasión ante una situación concreta puede implicar el crecimiento global de la persona, ayudándola a liberarse de patrones destructivos.
La posibilidad de mantener interacciones sensibles y genuinas donde compartir libremente pensamientos sin ser juzgada, siendo escuchada provoca sentimientos de tranquilidad, serenidad y de aceptación con uno mismo y su entorno.
Dicha sensación placentera de satisfacción y orgullo, aumenta la autoconfianza, autoestima y la creencia en las posibilidades internas de la persona. Una visión más optimista de empuje y esperanza hacia su futuro.
La construcción e integración de una personalidad estable, equilibrada y saludable puede verse beneficiada cuando se impulsan sentimientos de generosidad, gratitud y altruismo de la persona hacia fuera. La sensación de ayudar a otra persona de manera desinteresada, tiene implícito muchas veces aspectos importantes como la humildad y el respeto.
Todo ello puede además canalizar la curiosidad, los esfuerzos creativos y la innovación de modo que aquellos patrones emocionales puedan expresarse y estructurarse adecuadamente.
Cultivar algunos de estos sentimientos positivos ayuda a crear mejores mecanismos de afrontamiento, aumentar la atención, la conciencia, y el desarrollo de una personalidad más estable a largo plazo, que se apoye en sus experiencias adaptativas, fortalezas o en sus capacidades para soportar momentos adversos que puedan surgir.
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